¿Por qué mi perro estornuda con frecuencia?
¿Por qué mi perro estornuda con frecuencia?

El estornudo canino, con su característico y a menudo entrañable "¡Achús!", es un fenómeno común en la vida con perros. En la mayoría de los casos, es un acto reflejo perfectamente normal y pasajero, similar al de los humanos, destinado a limpiar las vías nasales de partículas irritantes. Sin embargo, cuando estos estornudos se vuelven frecuentes, persistentes o se acompañan de otros síntomas, dejan de ser una simple anécdota para convertirse en una señal que merece nuestra atención. Comprender las causas detrás de los estornudos recurrentes de nuestro perro requiere adentrarse en un mundo de posibles desencadenantes, que van desde lo más benigno y ambiental hasta condiciones de salud que requieren intervención veterinaria. Este análisis exhaustivo tiene como objetivo desglosar las múltiples capas de este síntoma, proporcionando a los dueños las herramientas necesarias para distinguir entre un estornudo ocasional y un posible problema de salud subyacente, siempre con el enfoque principal en el bienestar de nuestro compañero de cuatro patas.

Estornudos ocasionales vs. estornudos frecuentes: Estableciendo la diferencia

Antes de alarmarse, es crucial establecer una línea base sobre lo que se considera "normal" en un perro. Un estornudo aislado después de husmear en el jardín, durante un juego agitado o al despertarse, suele ser parte de la fisiología normal del perro. Estos estornudos son esporádicos, no afectan el estado de ánimo o el nivel de energía del animal y se resuelven por sí solos. El problema surge cuando la frecuencia, la intensidad o el contexto del estornudo cambian. Los estornudos se consideran "frecuentes" o "persistentes" cuando ocurren en series repetitivas varias veces al día, durante días consecutivos, o cuando interfieren con las actividades normales del perro, como comer, dormir o respirar con comodidad. Un cambio en la naturaleza del estornudo, por ejemplo, si va acompañado de secreción nasal (clara, amarillenta o con sangre), sonidos respiratorios anormales, letargo o pérdida de apetito, es una bandera roja que justifica una consulta veterinaria sin demora. La clave está en la observación: un dueño atento es el mejor detector de cambios sutiles en la salud de su mascota.

Causas comunes y generalmente benignas de los estornudos

La inmensa mayoría de los estornudos ocasionales en perros tienen su origen en irritantes ambientales comunes y no representan una amenaza para la salud.

Irritantes Nasales Transitorios

Las fosas nasales de un perro son increíblemente sensibles y están expuestas constantemente al entorno. Partículas como el polvo doméstico, el polen de las plantas, las esporas de moho, las partículas de arena o incluso las fibras de las alfombras pueden inhalarse fácilmente durante la exploración olfativa, que es una actividad fundamental para cualquier can. Al depositarse en el delicado revestimiento mucoso de la nariz, estas partículas desencadenan una respuesta de picor e irritación que el cuerpo intenta expulsar mediante un estornudo enérgico. Del mismo modo, los olores fuertes y concentrados, aunque no sean partículas sólidas, pueden actuar como potentes irritantes químicos. Los productos de limpieza del hogar, los perfumes, los ambientadores, el humo del tabaco e incluso algunos tipos de talco para mascotas pueden provocar episodios de estornudos en perros particularmente sensibles. En todos estos casos, los estornudos suelen ser autolimitados y cesan una vez que el perro se aleja del irritante o este es expulsado de sus fosas nasales.

Estornudos por Emoción o Juego

Un fenómeno particularmente común y a menudo gracioso es el "estornudo por juego" o "estornudo por emoción". Muchos perros exhiben series de estornudos rápidos y superficiales cuando están emocionados, anticipando un paseo, durante una sesión de juego intenso o al saludar efusivamente a su dueño. La comunidad veterinaria y los etólogos no tienen una explicación única y definitiva para este comportamiento, pero las teorías más aceptadas sugieren que podría ser una forma de comunicación social o una respuesta física a un pico de excitación neuronal. Algunos expertos proponen que el perro utiliza el estornudo como una señal de "calma" o para indicar que su comportamiento exuberante es solo un juego y no una amenaza. Otros sugieren que la excitación provoca un pequeño cambio en la presión arterial o en el flujo sanguíneo de la mucosa nasal, desencadenando el reflejo. En cualquier caso, estos estornudos son casi siempre inofensivos, breves y forman parte del repertorio de comportamientos normales y saludables de un perro feliz.

Estornudos Inversos: Un fenómeno relacionado

Aunque no es un estornudo propiamente dicho, el estornudo inverso (o respiración paroxística inspiratoria) es un evento común que a menudo se confunde con los estornudos frecuentes y puede causar una alarma innecesaria. En lugar de expulsar aire bruscamente por la nariz (estornudo), el perro realiza una serie de inhalaciones rápidas, forzadas y ruidosas por la nariz, que suenan como una combinación de ahogo, resuello y gruñido. Suele estar causado por una irritación en la faringe o el paladar blando, que provoca un espasmo. Los desencadenantes son similares a los de los estornudos normales: emoción, tirón de la correa, olores fuertes o alergias. Aunque el sonido puede ser angustiante para el dueño, un episodio de estornudo inverso suele durar menos de un minuto y el perro se recupera por completo de inmediato. Masajear suavemente la garganta del perro o taparle brevemente las fosas nasales para que trague, puede ayudar a detener el espasmo.

Causas que requieren atención veterinaria

Cuando los estornudos van más allá de lo ocasional y se vuelven crónicos o severos, es el momento de considerar causas más serias que requieren diagnóstico y tratamiento profesional.

Infecciones del Tracto Respiratorio Superior

Al igual que los humanos, los perros son susceptibles a una variedad de infecciones virales y bacterianas que afectan a la nariz, la garganta y los senos paranasales. El complejo de la Tos de las Perreras, a menudo causado por la bacteria Bordetella bronchiseptica y varios virus, puede comenzar con estornudos frecuentes y secreción nasal acuosa que puede progresar a una tos seca y hacking. Otras infecciones, como el Moquillo canino (una enfermedad viral grave), la Rinotraqueítis canina o una sinusitis bacteriana secundaria, también suelen presentar estornudos como uno de sus primeros síntomas. En estos casos, los estornudos suelen ir acompañados de otros signos clínicos, como letargo, fiebre, tos, secreción nasal espesa (de color amarillo o verde) y ojos llorosos.

Cuerpos Extraños Nasales

Los perros, especialmente aquellos con un fuerte instinto de caza o los que husmean en la hierba alta, son propensos a inhalar pequeños cuerpos extraños. Las espigas de hierba ("aravanas"), las semillas pequeñas o las astillas de madera son los culpables habituales. Estos objetos se alojan profundamente en el conducto nasal, causando una irritación intensa y continua. El resultado suele ser un inicio repentino de estornudos violentos e incontrolables, a menudo acompañados de un intento de rascarse la nariz con las patas y, en muchos casos, secreción nasal con sangre (epistaxis) que suele afectar solo a una fosa nasal. Un cuerpo extraño nasal es una condición extremadamente incómoda y dolorosa que requiere extracción veterinaria, a menudo bajo sedación.

Alergias Ambientales (Atopia)

Mientras que las alergias en los perros suelen manifestarse principalmente en la piel (picor, lamido de patas), en algunos individuos el sistema respiratorio es el principal órgano de choque. La atopía canina, una predisposición genética a desarrollar alergias a alérgenos inhalados como el polen, los ácaros del polvo o los mohos, puede presentarse con estornudos estacionales o perennes, secreción nasal clara y picor en la cara (manifestado por frotarse contra muebles o la alfombra). El diagnóstico suele requerir una historia clínica detallada y, en algunos casos, pruebas alergológicas específicas.

Problemas Dentales

Una conexión a menudo pasada por alto es la que existe entre la salud dental y los estornudos. Las raíces de los dientes premolares y molares superiores se encuentran inmediatamente debajo de la cavidad nasal. Un absceso dental avanzado, una enfermedad periodontal grave o una fístula oronasal (una comunicación anormal entre la boca y la nariz, a veces causada por la extracción de un diente) pueden permitir que las bacterias de la boca migren a los senos nasales y la cavidad nasal, provocando una rinitis o sinusitis secundaria que se manifiesta con estornudos y secreción nasal purulenta, a menudo unilateral y con mal olor.

Pólipos y Tumores Nasales

En perros de mediana y avanzada edad, la aparición de estornudos crónicos y progresivos que no responden a tratamientos convencionales puede deberse al crecimiento de masas dentro de la cavidad nasal. Los pólipos nasales son crecimientos benignos e inflamatorios que, aunque no cancerosos, pueden obstruir el flujo de aire y causar irritación. Los tumores nasales, como el adenocarcinoma, son malignos y suelen ser más agresivos. Los signos de alarma incluyen estornudos que empeoran con el tiempo, secreción nasal que se vuelve sanguinolenta o purulenta, deformación facial visible, ronquidos respiratorios y, en etapas avanzadas, pérdida de apetito y peso.

Diagnóstico y enfoque veterinario

Ante un caso de estornudos frecuentes, el veterinario seguirá un protocolo metódico para llegar a un diagnóstico. Todo comienza con una anamnesis exhaustiva: el dueño deberá proporcionar información detallada sobre la frecuencia, duración y contexto de los estornudos, la presencia y tipo de secreción nasal, el estado de vacunación del perro, su historial de viajes y cualquier otro síntoma concurrente. El examen físico incluirá una inspección minuciosa de la cavidad oral (para descartar problemas dentales) y una evaluación de los ganglios linfáticos. El siguiente paso suele ser la rinoscopia, un procedimiento que permite visualizar el interior de las fosas nasales y los senos paranasales con una pequeña cámara, bajo anestesia general. Esto permite identificar cuerpos extraños, pólipos o tumores. Las técnicas de imagen, como las radiografías (rayos X) o, idealmente, la tomografía computarizada (TC), ofrecen una vista detallada de las estructuras óseas y de los tejidos blandos de la cavidad nasal y los senos paranasales, siendo invaluable para diagnosticar tumores o enfermedades dentales ocultas. En casos de sospecha de infección, se pueden tomar muestras de la secreción nasal o realizar lavados nasales para cultivo bacteriano y citología. Para las alergias, el diagnóstico se basa principalmente en la historia clínica y la respuesta a tratamientos de prueba, aunque existen pruebas de alergia intradérmicas o serológicas.

Conclusión

El estornudo frecuente en un perro es un síntoma que habla un lenguaje propio, un mensaje codificado sobre el estado de su salud nasal y general. Mientras que en la mayoría de las ocasiones ese "¡Achús!" es solo la respuesta normal a un mundo lleno de olores y partículas, nuestra responsabilidad como dueños es estar atentos a cuando ese mensaje cambia de tono. La persistencia, la intensidad y la compañía de otros síntomas son las claves que nos indican cuándo debemos traducir ese mensaje con la ayuda de un profesional veterinario. Desde una simple espiga alojada en la nariz hasta condiciones más complejas como alergias o tumores, el abanico de posibilidades es amplio, pero con un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado, la gran mayoría de los casos pueden manejarse con éxito. Al final, observar y comprender este comportamiento aparentemente simple es otra forma de honrar nuestro compromiso con el bienestar de nuestro fiel compañero, asegurándonos de que cada respiración, y cada estornudo, sean signos de una vida plena y saludable.